Da como cierta vergüenza que tengan que venir los alemanes a decirnos que en el Desierto de Atacama está la energía que no sólo el país necesita, sino que incluso se podría exportar al resto de América Latina. Esto porque nuestras autoridades no lo saben o no lo quieren saber. Por la razón que sea de todas maneras da vergüenza.
El desierto chileno de Atacama, que de acuerdo con numerosos estudios recibe más radiación solar que cualquier otro desierto en el mundo, tiene el potencial de convertirse en el Desertec de Sudamérica, de acuerdo con Cornelia Sonnenberg de la Cámara Chileno-Alemana de Comercio (Camchal).
El potencial solar de la energía solar en Chile es incuestionable.
Se estima que utilizando sólo el 1% de la superficie del desierto de Atacama para producir energía desde el sol se podría generar más electricidad que lo que proyecta HidroAysén.
Por eso, dos iniciativas, una de la Fundación Chile y otra de Endesa, apuntan a exprimir el sol en la aridez del extremo norte. ¿Costos? Expertos aseguran que cada día es más barata producirla.
“Tenemos el desierto de Atacama, que es uno de los lugares que tiene la mayor radiación de todo el mundo, y resulta que no estamos haciendo nada”, acusa Marcela Angulo, gerente de medio ambiente de la Fundación Chile.
Fue la conclusión a la que llegaron en la institución después de analizar la evolución de la energía solar en el mundo y notar los beneficios que estaba brindando en Estados Unidos, Japón, Australia, Alemania, España y la India, los principales interesados en desarrollarla. “En los últimos dos años la energía solar es la que ha tenido el mayor y más vertiginoso desarrollo tecnológico, donde se han invertido billones de dólares en innovación, investigación y desarrollo y es la energía que ha tenido la curva más rápida de disminución de costos y mejoramiento tecnológico”, agrega la ingeniera civil.
De ahí que concretar un proyecto sobre energía solar se hizo una necesidad urgente y surgió la idea de instalar la Plataforma Solar de Atacama, una iniciativa que en el plazo de diez años promete insertar a Chile entre los países que discuten sobre esta energía.
“Como tendencia, la energía solar va a ser probablemente de las renovables, la que compita más seriamente con los combustibles fósiles en el muy corto plazo. Estamos hablando de aquí a unos cinco años”, señala Angulo, visión que comparte el presidente de la comisión de energía del Colegio de Ingenieros, Cristián Hermansen, que asegura que “en un lapso de dos o tres años se producirá el cambio tecnológico que permitirá una fuerte baja en los costos de producción”.
Me ha parecido increíble esta noticia y muy alentadora.
ResponderEliminarGracias por darla a conocer.
Saludos cordiales.
Magdalena